Mientras el Gobierno de Estados Unidos sigue aduciendo una alucinante sordera de sus diplomáticos en La Habana para reforzar su política de “guerra fría” contra Cuba; los científicos de ese país enmudecen ante la novela de ciencia ficción que se ha ido tejiendo.
Hasta estas horas, y después de casi un año de que se dieran supuestamente los primeros incidentes de afección de salud de los diplomáticos estadounidenses, que por cierto la AP afirma que en su mayoría eran agentes de inteligencia y no propiamente funcionarios de relaciones exteriores, aún la Casa Blanca no ha mostrado públicamente ni la primera prueba, ni el primer exámen de salud, ni siquiera ha dado la cara la primera víctima. Sigue leyendo