
La noticia de que un Boeing 737-200 arrendado por Cubana de Aviación se precipitó a tierra en el momento de su despegue en La Habana, estremeció a toda la Isla. Imaginé que algún desastre había ocurrido cuando más de 10 ambulancias y carros de policía tronaron a toda velocidad por la Avenida Infanta, alrededor del mediodía de este viernes. Minutos más tarde, sabíamos lo ocurrido. Poco después de despegar, el avión giró bruscamente a la derecha y cayó. En minutos ya estaban en el lugar los bomberos y la Defensa Civil.