Por mandato de la anterior Asamblea General, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, preparó un informe sobre el cumplimiento de la resolución titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”.
Aquella noche, la primera del bloqueo, había en Cuba unos 482 560 automóviles, 343 300 refrigeradores, 549 700 receptores de radio, 303 500 televisores, 352 900 planchas eléctricas, 286 400 ventiladores, 41 800 lavadoras automáticas, 3 510 000 relojes de pulsera, 63 locomotoras y 12 barcos mercantes. Todo eso, salvo los relojes de pulso que eran suizos, había sido hecho en los Estados Unidos.