El inmueble no es una edificación imponente de las que sobresalen por sus encantos arquitectónicos, pero el ambiente es bueno, prima la limpieza, el sentido común y la camaradería. Agradecen nuestra modesta ayuda y nosotros la forma en que nos acogen…
Levantarse temprano en madrugada fría es algo cotidiano para los del primer turno. El ómnibus recorre varios kilómetros atravesando una ciudad costeña, nueva en su conjunto, cuya construcción más alta resulta el edificio del poder judicial, con tan solo ocho pisos. Las características del terreno, arenoso y poco firme, hacen que sea demasiado costoso emprender construcciones mayores, según me comentó hace poco un periodista local.
Luego de rodar más de 30 minutos, un olor fuerte y –por momentos degradable– a pescado inunda todo el vehículo. Sobre viene una curva, el mar, la bahía, los barcos, el centro hospitalario…