(Por: Salim Lamrani en el blog la Pupila Insomne)

El historiador francés Salim Lamrani entrevista a Michael Parmly, jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba entre 2008 y 2006. Esta entrevista fue publicada el 7 de julio en OpenEdition Journals, con anterioridad a la actual escalada de agresiones desde ese país contra la Isla pero aporta elementos muy interesantes sobre las relaciones bilaterales.
Diplomático de carrera, con una experiencia de más de tres décadas, Michael E. Parmly fue nombrado a la cabeza de la Sección de Intereses Norteamericanos de La Habana de 2005 a 2008, durante la administración de George W. Bush, en un periodo en que las relaciones entre ambos países eran particularmente tensas, a causa del enfoque hostil que adoptó la Casa Blanca contra Cuba.
En efecto, durante los ocho años de los dos mandatos republicanos, Washington acrecentó las sanciones económicas contra la isla y adoptó en mayo de 2004 y julio de 2006 toda una serie de medidas –cuyo objetivo declarado era derrocar al Gobierno cubano– que afectaban principalmente a la población cubana. La medida más emblemática, denunciada desde ambos lados del estrecho de la Florida, era la que limitaba los viajes familiares de la comunidad cubanoamericana hacia la isla a dos semanas cada tres años, en el mejor de los casos. En efecto, para poder conseguir la autorización de visitar a los familiares en Cuba, hacía falta demostrar que se tenía a un miembro “directo” de la familia en el país de origen. La Administración de Bush había redefinido de modo muy restrictivo el concepto de “familia”, limitándolo a los abuelos, padres, hermanos, esposos e hijos. Así, un cubanoamericano de Miami que tenía una tía en La Habana no podía viajar a la isla, ni siquiera catorce días cada tres años. Del mismo modo, las remesas a los miembros de la familia –en la nueva definición estrecha– se limitaban a 100 dólares por mes, mientras que constituían la segunda fuente de ingresos del país.
A su llegada en La Habana, al intentar comprender mejor la idiosincrasia cubana, Michael Parmly se desmarcó un poco de su predecesor James Cason, cuya actitud que las autoridades cubanas juzgaron como provocadora estaba alejada de las exigencias de la diplomacia tradicional y de los principios de la Convención de Viena.
También profesor en estudios de seguridad nacional en el National War College, Michael Parmly se ha pronunciado a favor de una normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos y ha publicado un estudio sobre Guantánamo, en el cual invita a Washington a devolver la base naval a Cuba. En estas conversaciones, el diplomático, ahora jubilado, comparte su punto de vista sobre las relaciones conflictivas entre ambos países.
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