La alcancía volvió a sonar. Hace menos de un mes, en septiembre de 2021, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) otorgó 6 millones 669 mil dólares en subvenciones para proyectos destinados a un cambio de régimenen Cuba, eufemismo para evitar decir intervención directa de una potencia extranjera.
La administración demócrata ha favorecido especialmente al Instituto Republicano Internacional (IRI) con una generosidad bipartidista que jamás tuvo Donald Trump. También han recibido espléndidas partidas otros grupos de Florida, Washington y Madrid que han pedido la invasión a la isla y pintan un panorama apocalíptico en La Habana, con lo que aseguran más dinero el próximo año.
Juan Fernández, secretario de Estado español para Iberoamérica y el Caribe, ex embajador de España en Cuba entre 2018 y 2020, evidencia una pérdida total de su memoria, demostrado en su “preocupación” manifestada en Roma, por el derecho a manifestarse y su petición de libertad para los violadores de la ley, detenidos por sus actos vandálicos durante los disturbios del 11 de julio 2021.
Añadió que se opone a que el gobierno cubano califique como ilícita, a la marcha provocativa instruida desde Estados Unidos para el 15 de noviembre.
Parece que el señor Fernández no recuerda que Cuba ya no es colonia de España, es independiente de ellos y desde 1959 de los Estados Unidos, y por esa pérdida los yanquis intentan, a todo costo, volverla a tener bajo sus garras, e incluso España los apoyó cuando la estación de la CIA fue cerrada en 1961, ante la ruptura de relaciones diplomáticas.
Un dramaturgo que intenta ser “agente de cambio”, formado en la escuela de las “revoluciones de colores”, lidera la convocatoria a una marcha el 15 de noviembre en Cuba, con fines desestabilizadores.
Por: Enrique Ojito
García Aguilera (segundo de derecha a izquierda) durante su participación en el taller Diálogos sobre Cuba, realizado en Madrid en el 2019.
Debió sentirse como pez en tierra. Habría que pensarlo por dos razones claves: por un lado, acudió a aquel taller en el campus de Madrid de la Universidad de Saint Louis, de Estados Unidos, en su condición de artista y joven intelectual —lo declaró el propio dramaturgo cubano— y, por otro, el encuentro, celebrado del 12 al 14 de septiembre del 2019, no se detuvo ni por un segundo en la obra de Eurípides, Shakespeare, ni en la de Calderón de la Barca.
¿Qué hacía, en la cuarta versión del taller Diálogos sobre Cuba, Yunior García Aguilera, hoy el rostro visible de la marcha anunciada para el 15 de noviembre, denegada por las autoridades locales debido a la ilegitimidad de sus propósitos? ¿Quiénes convocaron y asistieron a la cita en la capital española? ¿Es tan santo como se pinta este actor y director de teatro, nacido en Holguín?