Ni por la fuerza, ni por la seducción
El 26 de julio de 2000 en Santa Clara, el Comandante en Jefe lo dejó claro: «Cumplo con el cortés deber de advertirles, que la Revolución Cubana no podrá ser destruída ni por la fuerza ni por la seducción».
( Tomado del canal en YouTube: Con Filo )