Los desplazamientos del ser humano hacia distintas áreas en el planeta han acompañado su devenir. Las causas y consecuencias de estos procesos son diversas, e influyen de manera diferente según los contextos en que se desarrollan. Forman parte de un fenómeno histórico y multicausal, y se presentan con gran dinamismo y complejidad, conectados con un sinnúmero de dimensiones e interrelaciones que les condicionan.
Como se conoce, la migración en Cuba se caracterizó –desde la etapa colonial (1492) y hasta las primeras décadas del siglo XX– por la recepción de migrantes. Es a partir de 1930 que –en vínculo directo con su dependencia económica de los Estados Unidos– cambia su direccionalidad y pasa de ser un país de inmigración a uno de emigración. Sigue leyendo