Por: Consejo editorial de Star-Ledger
El éxodo gigante que estamos presenciando desde Cuba no tiene precedentes , es más grande que las dos últimas oleadas migratorias más grandes, el éxodo del Mariel de 1980 y la crisis de los balseros de 1994, combinadas. Más de 200.000 cubanos han huido a Estados Unidos en el último año y medio, en su mayoría a través de la frontera con México, pero también a través de los Cayos de Florida en botes destartalados.
Esta gente está desesperada. La pandemia ha afectado a la industria turística de Cuba, una importante fuente de ingresos, pero otro factor clave es la política estadounidense. Hemos estado endureciendo nuestras restricciones económicas en la isla. Nuestra política oficial es ahogar los ingresos de Cuba y mantenerla empobrecida. Es inmoral, fuera de proporción con la forma en que tratamos a otros países, y la conclusión es que es contraproducente.