Huaraz cuyo nombre en quechua: Waraq o Waras, significa amanecer, fue fundada como San Sebastián de Huaraz el 20 de enero de 1574. (Mario Héctor Almeida Alfonso / Cubahora)
Nadie duerme la noche previa a un viaje y, si alguien dice lo contrario, quizás miente. Luego de tres meses y 15 días, abandonamos la ciudad que nos acogió y el sitio que fue morada. En Chimbote quedaba la señora Rosita, quien nunca tuvo un gesto despojado de amabilidad y comprensión para con nosotros.
La madrugada, los bultos, la guagua, la presión por viaje y a lo desconocido, la altura… una ensarta de sensaciones que podrían resumirse en “miedo al cambio”. Cercano a las seis de la mañana, después de introducir en el ómnibus hasta la última pertenencia de cada “guerrero”, partimos hacia Huaraz.
Esta urbe, cuyo nombre en quechua: Waraq o Waras, significa amanecer, fue fundada como San Sebastián de Huaraz el 20 de enero de 1574. Resulta capital del distrito y provincia homónimos y del departamento de Áncash.
Un grupo de 27 profesionales de la salud de Cuba, entre médicos y enfermeros, llegaron a la ciudad de Huaraz, para sumarse a la lucha contra el Covid-19. La delegación será distribuida entre el hospital Víctor Ramos Guardia y la Redes de Salud Huaylas Sur y Norte.
El Director Regional de Salud, Luis Alberto Huamaní Palomino, dio la bienvenida a los profesionales y recalcó que se continúe trabajando en beneficio de la población Ancashina, para que la curva siga descendiendo, como se viene observando hace más de dos semanas.
El doctor Roberto Juan Marero, trovador de la brigada, sacó su fusil de 6 cuerdas para que la Guantanamera de Joseíto Fernández y los versos sencillos del maestro culminaran la jornada…
Por: Mario Héctor Almeida Alfonso
Esta ha sido una semana de emociones fuertes; concluimos un capítulo en la lucha contra la Covid-19 en la ciudad de Chimbote, Perú, y debemos comenzar a trabajar en la ciudad de Huaraz durante los próximos días (Foto: Cortesía de la brigada médica)
El pasado lunes nos despedimos de todos los médicos y enfermeros con los que trabajamos durante estos tres meses. El proceso lo llevamos a cabo bajo la tutela sanitaria de nuestro epidemiólogo, doctor Denis Coca, quien trabajó en el hospital La Caleta como nuestro jefe de grupo.
Temprano, como de costumbre, nos dirigimos al citado nosocomio. Desde nuestra llegada comenzamos a sentir la tristeza por la partida. Pasadas las siete de la mañana, las doctoras Ana Herrera y Tatiana Requena, con quienes trabajamos largas jornadas en la sala de COVID-19, nos regalaban un pulóver con el escudo del Perú, para que nunca olvidásemos esta tierra.
Hoy nos informaron que la semana próxima viajaremos a Huaraz, capital regional de Áncash. Allí continuaremos trabajando cada uno en sus propios perfiles. La idea de lo nuevo entusiasma y asusta; la imagen de irnos entristece…
En medio de esta pandemia, la carpa –o las carpas, porque son varias– del hospital se ha alzado como refugio de una porción importante del pueblo chimbotano (Foto: Cortesía de la brigada médica cubana en Perú)
“La Flor de la Canela” y “Fina estampa” son dos composiciones musicales escuchadas frecuentemente en las más encumbradas voces de la cancionística internacional. Plácido Domingo, por ejemplo, las ha recreado magistralmente. Sin embargo, me atrevo a afirmar que muchos de los que disfrutamos estos temas desconocemos que fueron compuestos por María Isabel Granda y Larco.
Chabuca Granda, como se le conoce, nació –cien años ya– un 3 de septiembre de 1920. La peruana compuso cientos de canciones que son hoy patrimonio cultural de esta nación andina. Homenaje entonces para ella y la música peruana, que nos acompaña cada día en la jornada laboral.
A continuación comparto las dos últimas entregas de la serie de artículos: «Diario de un médico cubano en Perú». Escritas por el doctor, Mario Héctor Almeida Alfonso, estas crónicas maravillosas, narran el quehacer de la Brigada Médica Cubana que labora en la lucha contra la COVID19 en tierras peruanas.
También recoge testimonios y fotos de pacientes que han logrado vencer el virus.
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Tres meses: Diario de un médico cubano en Perú (XVIII)
Tras semana de confusa espera nos informaron de la eminente partida y, en la tarde lluviosa del 3 de junio, despegamos del Aeropuerto Internacional José Martí sin saber qué nos depararía el destino…
Por: Mario Héctor Almeida Alfonso
Hoy con orgullo podemos decir que hemos servido y que el esfuerzo ha sido coronado con creces por los resultados (Foto: Cortesía de la brigada)
Quien me dijera a principios de año que en junio volaría al Perú hubiese recibido una carcajada de mi parte como respuesta. Tampoco, cuando salí de Matanzas para La Habana, tenía claro el destino final. Como otros tantos colegas que entonces no conocía, estaba convencido de que viajaríamos hacia algún sitio para ayudar en el control de la pandemia. Pero país y lugar exacto… ni en broma.
Los pedidos de que el Premio Nobel de la Paz se le otorgue a la Brigada Internacional Médica Henry Reeve de Cuba, se multiplican en Perú, donde parte de ese contingente también lucha hoy contra la pandemia de Covid-19.
Nuevas personalidades de la salud, la cultura, la política y los movimientos sociales se suman a la demanda que invoca los méritos altruistas de la brigada, que durante decenios ha socorrido a los afectados por terremotos, epidemias y otras graves situaciones.
Cada día somos testigos y protagonistas de aciertos y desaciertos propios de esta cruzada sin precedentes en la historia inmediata de la humanidad (Foto: Cortesía de la brigada)
El sur, el norte y La Caleta son tres puntos de la geografía chimbotana en los que trabajamos codo a codo los profesionales de la salud del Perú y Cuba. Cada día somos testigos y protagonistas de aciertos y desaciertos propios de esta cruzada sin precedentes en la historia inmediata de la humanidad… y siempre con un objetivo supremo y único: salvaguardar vidas humanas.
La brigada médica de Cuba que colabora en la lucha contra la Covid-19 en Perú celebró el aniversario 60 de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que resultó también saludado por la Coordinadora de Solidaridad con la isla.
Los profesionales de la salud, en su mayoría mujeres, realizaron sendos actos por el aniversario de la FMC en las ciudades de Arequipa, Ayacucho, Chimbote y Moquegua, y evocaron la memoria de la fundadora de la organización, Vilma Espín.
A propósito de la disposición de Cuba de enviar una Brigada Médica a Panamá, para combatir la pandemia de COVID19, compartimos el artículo: » La fraterna ayuda de Cuba», del embajador de la nación itsmeña en la isla, Reynaldo E. Rivera E.
LA FRATERNA AYUDA DE CUBA
Al igual que todos los pueblos del mundo, el nuestro, enfrenta la terrible y mortal pandemia del covid 19. Hemos aportado, 1,767 vidas panameñas y 81,940, contagios a la impactante estadística mundial de fallecidos e infectados, que hasta hoy presenta la asombrosa cifra de 776,080 y 21,472,570 respectivamente, entre muertes y afectados y crece casi que geométricamente, pese a los ingentes esfuerzos médicos y científicos que se realizan para controlarla. Nada, que no sea la aparición de una vacuna, científicamente comprobada y la concienciación personal y social, en el cumplimiento estricto de las recomendaciones sanitarias, podrá contribuir a desaparecer la enfermedad ó al menos, disminuirla.
Los efectos de esta epidemia, se manifiestan para todos los países, en gravísimas consecuencias económicas, laborales y en particular, sicológicas. Nada a mi juicio, será igual en el futuro, aunque haya quienes seguirán pensando en su «caja registradora», en sus intereses financieros y comerciales, en sus calculados intereses políticos, militares y en especial, en su dominación imperial hegemónica. Los prejuicios ideológicos continarán y para los que así actúan, muy poco valor o ninguno, tiene como significado, la pérdida de vida de un ser humano y, si es un pobre o desheredado de la fortuna, menos.
Tengo nueve meses viviendo en Cuba, cuyo pueblo admiro y quiero por su solidaridad y humanismo, propio de su naturaleza raizal. Agradezco, al sr. Presidente de la república, Laurentino Cortizo Cohen, haberme designado embajador de nuestro país y su representante,
en este fraterno país. En este breve período, he pasado, seis meses, en cuarentena parcial, en compañía de.mi hijo «el rojo». Empero, observando día por día, el manejo de las autoridades, en particular las del sector salud, en relación con la pandemia.
El presidente de la Academia Peruana de la Lengua, Marco Martos, pidió hoy que el Premio Nobel de la Paz se entregue a la Brigada Médica Cubana Henry Reeve, que desde hace 25 años lleva la salud a los confines del planeta.