Ahora que no será juzgado por presuntos actos de corrupción, el impopular presidente de facto aspira continuar con su paquete de reformas.
El presidente brasileño de facto Michel Temer, a salvo de un juicio de corrupción por la Cámara de Diputados, prometió continuar sus polémicas reformas que lo han llevado a ser el mandatario más impopular desde 1985.