Por Pensar América
En 2016, desde Miami volvieron a escucharse amenazas de guerra cuando las calles de Nicaragua eran ejemplo regional de seguridad, paz y prosperidad; donde un pueblo muy laborioso y pacífico mostraba orgulloso los avances socioeconómicos de los últimos años de gobierno sandinista, el cual había logrado la concordia nacional después de los peores experimentos bélicos de EE.UU. en Centroamérica, que incluyó operaciones encubiertas con la participación de mafiosos, oficiales de inteligencia y militares estadounidenses, una asociación tristemente célebre en los crímenes contra Nuestra América. Sigue leyendo