Fuentes: Rebelión / La Jornada
La misma semana que se hacía público un informe denunciando al gobierno venezolano por crímenes de lesa humanidad, realizado por una “Misión Internacional Independiente” que no llegó a pisar el país y se basó en testimonios opositores y redes sociales, el Secretario de Estado Mike Pompeo visitaba Brasil y Colombia para seguir alimentando la retórica contra la revolución bolivariana durante la campaña presidencial estadounidense, pero también en plena campaña electoral por las elecciones legislativas que tendrán lugar el 6 de diciembre en Venezuela.
En Brasil, Pompeo llamó a Nicolás Maduro traficante de drogas, y dijo que Washington seguirá trabajando para llegar al “lugar correcto” en lo que respecta a la crisis desatada por el bloqueo y las sanciones impuestas a la economía venezolana. En Colombia, su principal socio en la región, acusó al gobierno venezolano de colaborar con el terrorismo y cobijar a miembros del ELN y disidencias de las FARC.