Cuando el Cardenal de la Iglesia Católica Su eminencia Beniamino Stella escriba sus memorias, tendrá seguramente un largo y revelador capitulo sobre su estancia en Cuba en en los años 90 del pasado Siglo XX, cuando era el Nuncio Apostólico de la Santa Sede, siendo Papa en el Vaticano Juan Pablo II.
Tenía yo una muy buena amistad con el después Cardenal Stella, quien me pidió a mi que intercediera con Fidel para encontrar una mejor relación entre el gobierno cubano y la Iglesia Católica cubana.
Esto ocurría cuando se esperaba él nombramiento de Monseñor Jaime Ortega como nuevo Cardenal de Cuba y las relaciones entre Iglesia y Estado iban de mal en peor.