El 5 de marzo de 2022, aniversario de la muerte del Comandante Hugo Chávez (nada es casualidad), llegaba a Caracas una delegación del gobierno estadounidense. Emisarios de Joe Biden que tenían un objetivo claro: ante la imposibilidad de garantizar el suministro de petróleo debido al conflicto entre Estados Unidos/OTAN y Rusia, con Ucrania como proxy, querían negociar la reducción de sanciones a la industria petrolera venezolana y la entrada en ese mercado de la estadounidense Chevron.
Recientemente, y también de manera relacionada, hemos conocido otros dos sucesos. En primer lugar, el Embajador español en Venezuela entregó sus cartas credenciales a Nicolás Maduro, lo que implica que el gobierno de Pedro Sánchez deja de reconocer a la marioneta Guaidó (anteriormente ya lo había hecho Estados Unidos, y pronto lo hará la Unión Europea) y explícitamente coloca como único interlocutor al único gobierno legítimo que existe en Venezuela.
«La nafta no te va a dar», esa popular metáfora que en Argentina preanuncia la falta de energía de una persona o de un grupo para llevar adelante una tarea, se ha transformado en un precepto de la política exterior de Estados Unidos.
La constante demanda de insumos para la generación de energía con la que abastecer su industria y las necesidades de la vida cotidiana de sus ciudadanos ha llevado al poder a tener una compresión estratégica de la importancia geopolítica de esos recursos. Por ese motivo, los sucesivos gobiernos de Estados Unidos mantienen una política de Estado que podría dividirse en dos grandes aspecto: el más conocido, el saqueo de los recursos naturales de otros países; el menos conocido, el violento y constante trabajo para impedir que sus «enemigos» (los países que no se alinean de manera sumisa a sus intereses) puedan producir, exportar o abastecerse de esos insumos. Los casos de Rusia, Venezuela y Cuba son claros ejemplos de ello.
Llegó el momento del cambio y espero esta sea la última Cumbre que discute el bloqueo a Cuba, esté presente la OEA y excluya a países, clamó hoy el canciller de México, Marcelo Ebrard.
En su esperada intervención en el pleno de la IX Cumbre en la ciudad californiana de Los Ángeles, el secretario del Exterior mexicano fue conciso y contundente al señalar que 20 de 32 oradores de igual número de países, condenaron el bloqueo de Estados Unidos y rechazaron la exclusión de la cita a Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Dos solamente apoyaron la exclusión y 10 se abstuvieron de hablar del tema, es decir, que la mayoría aplastante de quienes aquí estamos estuvimos a favor de la eliminación del bloqueo y de las exclusiones, y eso hay que tenerlo en cuenta, alertó Ebrard.
En el segundo día de la Cumbre de las Américas, el gobierno anfitrión finalmente presentó una lista de participantes donde se revela que se espera un total de 23 jefes de Estado para cuando el presidente Joe Biden presida la ceremonia inaugural este miércoles en Los Ángeles, mientras que Cuba sigue entre los países más presentes a pesar de su ausencia.
La ceremonia inaugural está programada para la tarde del miércoles con lo cual arrancará el programa de plenarias y reuniones entre los mandatarios invitados o sus representantes que continuará hasta el viernes. Mientras tanto, en estos dos primeros días sesionaron en foros paralelos oficiales diversos representantes de la sociedad civil, sector empresarial y jóvenes quienes presentarán sus recomendaciones a la cumbre a fines de esta semana.
Este martes, la vicepresidenta Kamala Harris anunció, en el marco de la cumbre, que se ha logrado obtener más de 1.9 mil millones de dólares en nuevos compromisos del sector privado para el esfuerzo que ella lanzó en julio del año pasado para generar oportunidades económicas en el norte de Centroamérica –Guatemala, El Salvador y Honduras– como parte de la estrategia del gobierno de Biden para abordar las “causas fundamentales” de la migración. Con ello, el total de los compromisos ahora ascienden a más de 3.2 millones de dólares.
Pero como en otros rubros, la participación o no de varios mandatarios está empañando esfuerzos como estos para el gobierno de Biden. De hecho, por ahora no estarán presentes los mandatarios de justo los tres países centroamericanos donde Harris está impulsando su iniciativa. La presidenta Xiomara Castro, de Honduras y Alejandro Giammattei, de Guatemala, ya habían indicado que no llegarán a Los Ángeles y su contraparte salvadoreña Nayib Bukele no aparece en la lista oficial, solo su canciller.
La decisión del gobierno de Estados Unidos de excluir a Cuba, Venezuela y Nicaragua de la XI Cumbre de las Américas ha provocado una ola de rechazo en América.
En protesta, más de una decena de países han dicho que no asistirán al evento, a celebrarse en la ciudad de Los Ángeles, a menos que la administración Biden acepte invitar a todos los países.
En #PocasPalabras te explicamos a qué se debe el conflicto.
Dos acontecimientos históricos fueron recordados en los últimos días en Nuestra América, ese concepto definido por Simón Bolívar, asumido por José Martí y hecho suyo por José Carlos Mariátegui.
Nuestra América hoy, es la Patria Grande con la que soñaron nuestros mayores, y que se hará realidad por la unidad y la fuerza de los pueblos. Nos referimos a la derrota de la invasión mercenaria de Playa Girón, registrada en Cuba en abril de 1961; y a la victoria del pueblo de Venezuela, que dio al traste, el 13 de abril del 2002, con la asonada fascista intentada por la oligarquía caraqueña empeñada en derribar al gobierno del Comandante Hugo Chávez.
Dos episodios de innegable trascendencia que dejaron un sello definido en la conciencia de millones de latinoamericanos. Mostraron, además, la capacidad de lucha de los pueblos, que suelen salir airosos cuando enfrentan la agresividad de las fuerzas reaccionarias empeñadas en bloquear los caminos liberadores.
Era lo previsible. Uno y otro son lo mismo: operadores políticos de los planes imperiales para la región. Yunior García, el pretendido líder de la operación de cambio de régimen en Cuba, se encontró en Madrid con Leopoldo López, el manejador en las sombras del autotitulado Juan Guaidó y toda la campaña violenta ejecutada en Venezuela contra la Revolución Bolivariana.
Conociendo el historial de Leopoldo López, responsable directo de las 43 muertes que dejaron las guarimbas de 2014, se puede aquilatar mejor la obra de teatro que el dramaturgo pretendía escenificar en Cuba.
Venezuela tendrá el próximo domingo sus elecciones regionales y municipales. Se elegirán todos los gobernadores y todos los alcaldes del país. También concejales en cada municipio y legisladores en cada estado. Son miles de cargos electivos y una elección particular en cada municipio y en cada estado, pero aun así tienen importancia nacional.
La trascendencia va mucho más allá de cuántas gobernaciones y cuántas alcaldías queden en mano de cada quien. Actualmente el oficialismo del Partido Socialista Unido de Venezuela y aliados menores gobierna en 305 alcaldías y la oposición en apenas 30. En gobernaciones, el PSUV tiene 19 y la oposición 4. Se prevé que tras los comicios de este domingo este mapa pueda variar, y que la oposición pueda recuperar terreno.
En Venezuela no hay guerra de encuestas, y las que circulan a nivel de partidos políticos no siempre son fiables. Aún así pero se prevé que la oposición podría ganar algunas gobernaciones más (algunas importantes, como la del estratégico estado Zulia) y mantener las alcaldías que tiene, que son especialmente municipios urbanos y ganar otras.
Este martes, el presidente de la República, Nicolás Maduro, repudió el comunicado que publicó el Departamento de Estado de Estados Unidos contra las próximas megaelecciones del 21 de noviembre.
En ese sentido, el Jefe de Estado, indicó que “salió un vocero del Departamento de Estado de Estados Unidos a declarar contra las votaciones, da vergüenza cómo pretenden descalificar las elecciones que se vienen preparando con esmero, con el mejor Sistema del mundo para votar, el sistema más auditado”.
El canciller Félix Plasencia condenó hoy la injerencia de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) en los asuntos internos de Venezuela, en el preámbulo de las elecciones regionales y municipales del 21 de noviembre.
En un mensaje publicado en la red social Twitter, el jefe de la diplomacia venezolana calificó de lamentable la postura del secretario adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Brian A. Nichols, de insistir “en la vieja y derrotada estrategia injerencista” contra el país sudamericano.
Plasencia subrayó que desde Washington se niegan a aceptar la infalible realidad de la existencia del Gobierno liderado por el presidente Nicolás Maduro, electo por la única fuerza que tiene la capacidad legítima para hacerlo, la del pueblo venezolano.