La cantautora y folclorista peruana Susana Baca participará en el Encuentro Voces Populares presidido por la intérprete y compositora cubana Argelia Fragoso
Susana Baca es una figura de culto en la música internacional. La artista peruana, exministra de cultura del país andino, ha obtenido ese título no por ubicarse en las primeras líneas de la industria del entretenimiento, sino por haber dedicado una buena parte de su vida a divulgar la herencia de la música afroperuana por el mundo, tanto en conferencias y talleres como en sus propios conciertos donde ha mostrado la fina unión entre la poesía más raigal y la tradición musical latinoamericana que ha recogido en sus profundas investigaciones como folclorista.
La artista peruana, cuya música fue “descubierta” por el afamado músico estadounidense David Byrne en los años noventa, es una de las invitadas al Encuentro Voces Populares que se desarrollará en La Habana del 14 al 18 de octubre.
A propósito de su visita, Granma intercambió por correo electrónico con la autora de casi 15 discos, entre ellos Eco de sombras y Espíritu vivo.
—¿Cómo ha sido su relación con Cuba?
—Mi relación con Cuba es sobre todo con la música, tanto que la primera vez que pisé tierra cubana, se preparaban para el carnaval de julio y pude estar en los ensayos. En aquel momento vi a Mercedita Valdés cantar con cien tamboreros tocando y yo pensé: ¡Aquí es donde he debido nacer! Recuerdo mi visita a Regla donde nos recibieron con cantos, hermosos, verdaderos y la oportunidad de compartir mi música en un concierto en la escalinata de la Universidad de La Habana, de grabar mi disco gracias a la ayuda de Silvio y contar con músicos de Irakere, la Camerata de cuerdas Brindis de Salas, Odelkis Revé y Pedro Luis Ferrer. También recuerdo los ensayos con el coro de jóvenes del Conservatorio Nacional de Música, los hermanos De la Fuente y dos músicos del grupo de Gonzalo Rubalcaba: el bajista y el percusionista. En fin es interminable la cuenta.
—¿Qué repertorio tiene preparado para su concierto en la Isla?
—Voy con un grupo de músicos con los que trabajo últimamente y las canciones que traigo pertenecen al repertorio que llevo por el mundo, donde están presente la herencia afroperuana, también llevo poesía con música popular. Invité a dos entrañables amigos y músicos de un grupo que se llama Perú Jazz; compartiremos el escenario, para hacer una fiesta en vuestro homenaje. Por eso invito a todos los cubanos a disfrutar de una noche que sin duda será inolvidable.
—Ha sido considerada como una diva de la World Music, ¿se siente cómoda con ese título?
—Me siento llena de desafíos, ser apreciada como una artista reconocida, implica hacer un trabajo respetable y que este género gane un espacio ante el público. La World Music es la música que junta al mundo, que tiende puentes, que hace que nos hermanemos y esto es importante, entonces ser una voz reconocida en esta categoría, es un desafío mayor. La World Music es la afirmación de las raíces musicales de un pueblo, que abre sus brazos al origen de otros pueblos, se juntan, se hacen fuertes. Yo traigo la raíz afroperuana para encontrarme con raíces de la música cubana, estoy convencida que el punto de encuentro será lo contemporáneo de nuestras proyecciones.
—David Byrne fue uno de los “descubridores” de su música, ¿cómo ha sido la relación que ha entablado con el ex-Talking Heads y su sello Luaka Bop?
—Es cierto, David Byrne puso sobre el tapete internacional mi música, como también lo hizo con Silvio en un disco único y otro de la música popular cubana, que lo llamó irónicamente Bailando con el enemigo. Él abrió las puertas a muchos artistas de Latinoamérica y de su propio país. Entonces, mi relación con el ex-Talking Heads, además de ser muy buena y abierta, es una relación de respeto, David Byrne es un artista maduro, con mucho “mundo”, no es vocero de ninguna bandera política, en eso coincidimos, además tiene un sentido de la justicia social.
—Usted siempre ha sido una gran investigadora de la tradición afroamericana. Desde su punto de vista, ¿piensa que la cultura negra ha sido lo suficientemente valorada en América Latina?
—Yo soy una mujer y artista afro preocupada por la visibilidad de mi raíz en la construcción de la identidad latinoamericana, puedo decir con certeza de que hay algunos países, como México, Perú, Bolivia, Argentina y Ecuador, donde el aporte afro a la cultura, ha sido escondido, ninguneado. A diferencia de Brasil, Cuba, Colombia y EE.UU., donde son reconocidos sus aportes culturales, pero creo que en ningún país de la América, los negros hemos sido tratados como iguales.
—¿No cree que el mercado de la música utiliza el folclor latino o africano solo como un producto exótico o comercial?
—Creo que todos los mercados cosifican las obras culturales, al cosificarlas las hacen sujeto de las leyes del mercado, y aprovecharán sus ventajas y desventajas para venderlas. Se hacen las más desafiantes portadas, el más estridente ritmo, el más llamativo discurso para vender. En este sentido, ya no importa cuán virtuoso seas, utilizarán tus talentos o tus defectos. Yo creo en la honestidad artística y desde ahí me sitúo.
—¿Por qué presta especial atención en su obra a la poesía?
—Desde casi el final del romanticismo en nuestra América, donde el lenguaje era elegante, recargado y barroco, pasamos a un lenguaje más agresivo que además se sostiene en un machismo agresivo a la mujer; a mí me queda como mujer la poesía para expresarme, entonces busco en la voz de los poetas, las letras que me permitan decir lo que siento.
—¿Qué significa para usted la figura de la cantautora y folclorista peruana Chabuca Granda?
—Chabuca Granda tiene en mi corazón y en mi vida dos espacios, el de mujer y amiga, y el de figura y paradigma. Podría decir que la que más me llenó de ella, fue la amistad que me prodigó, su ponderación y respeto. La Chabuca como una figura y paradigma, fue un ejemplo para lo que después asumí al ser artista. Ella sostenía la necesidad de la honestidad en el arte, la honestidad en el sentimiento al cantar y el respeto por el público. Ella me enseñó que uno debía, por ejemplo, vestirse con respeto para el público, con discreción, que nada distraiga la atención sobre la música y las palabras que se cantan.
—En este 2014 celebra sus 70 años de vida, ¿hay alguna anécdota especial que recuerde durante este tiempo?
—A los 70 años uno es más consciente de la vida que a los 60 o a los 50, y aún tengo mucho que conmemorar. Celebraría por ejemplo, el haber conocido a tanta gente y tantos consejos, que me ayudaron en mi camino de ser artista, voy hacer una escuela de música y canto, para transmitir lo que aprendí. Esta escuela convocará a jóvenes talentos de la zona de Cañete, será una escuela experimental. Los maestros vendrán de todas partes del mundo para hacer los talleres. Tengo muchos motivos para festejar.
—Hace algún tiempo participó en la canción Latinoamérica de Calle 13, ¿por qué decidió prestar su voz al tema canción de la famosa banda boricua?
—La gente honesta siempre me conmueve y más en estos tiempos del negocio y la banalidad y lo chabacano en la creación artística. Cuando yo daba un concierto en la ciudad de Los Ángeles, se apareció René Pérez, de Calle 13 y me invitó a participar de su nuevo disco, yo pensé en su osadía, en su honestidad y dije por qué no, era un orgullo entrar por esa puerta al sentimiento de los jóvenes. No me equivoqué, me honró y fui muy feliz de aceptar esta colaboración. Admiro mucho lo profesional de estos músicos y su talento. Escuché después el tema y sentí que sus palabras eran las mismas que nosotros dijimos en nuestra generación. ¡No se puede comprar la vida!
Michel Hernández | michel@granma.cu